Como se extraña el sol del verano frente al mar.
En otoño, el cielo gris y el ventarrón frío no anima a salir más allá de la ciudad.
Pero, de repente, el sol despeja las nubes y nos regala su calor.
Junto a unos colegas nos dimos una escapada al balneario, para intercambiar ideas y oxigenar la mente. Miguelito, es hijo de nuestro videógrafo, quien enterado del paseo preparó su bolsa con juguetes y marchó junto a nosotros. Verlo jugar con tanta atención llamó mi atención, tanto que desenfundé la cámara para captarlo tal cual.
Para los niños el juego es cosa seria, como para los fotógrafos capturar imágenes tambien lo es.