Esta boda nos movilizó hasta Supe pueblo. Ante Dios y los hombres, Gregory juró fidelidad y amor eterno a Mayra. El sueño anhelado por esta joven pareja se hacía realidad, y pusieron en mis manos la responsabilidad de inmortalizar este importante momento. Fue una celebración muy hermosa, en donde los novios, parientes y amigos se divirtieron en gran manera.